Le pedimos a cinco trabajadoras de hogar que documentaran sus vidas. Estas son sus historias.
La manera más significativa de apoyar a mi familia ha sido aprender sobre nuestros derechos y defenderlos.
Marie y su esposo llegaron a los Estados Unidos hace 20 años. Sus hijas se unieron a ellos unos años después. Marie se ha desempeñado como trabajadora de hogar, pero cuando nació su bebé milagro (resultado de la pandemia), su antiguo empleador decidió no volver a contratarla. Ella conoce sobre los salarios mal remunerados y las largas horas laborales que las empleadas de hogar enfrentan y ve la carga que esto significa para su esposo.
Mi motivación para seguir adelante es mi hija.
Denise se ha desempeñado como niñera y trabajadora de cuidado en el hogar durante los últimos cuatro años y es una líder del Capítulo de La Alianza y de Soñamos en Negro (WeDiB) de Nueva York. Como madre soltera, Denise se siente inmensamente orgullosa de su hija por asistir a la universidad (y graduarse pronto). Su hija está muy orgullosa de Denise y de su trabajo.
Son mis hijos los que me motivan a seguir adelante. Debo ser fuerte por ellos.
Lydia perdió su empleo como trabajadora de cuidado en el hogar y todos sus ingresos durante la pandemia por el COVID-19. Su familia no fue elegible para obtener los fondos federales de estímulo económico. Les preocupaba no poder pagar la hipoteca. Y debido a su situación de inmigrante, Lydia no pudo encontrar trabajo durante seis meses. Ella está trabajando de nuevo, pero sólo desde las 8 de la mañana hasta la 1 de la tarde; esto representa un recorte significativo de sus horas laborales, y por tanto, de sus ingresos. La familia continúa teniendo problemas financieros.
He sido niñera toda mi vida y, la verdad es que me gusta más que otro trabajado que haya tenido.
Laura ha sido niñera en Seattle y Washington durante 17 años. A ella le entusiasma su trabajo y los niños a los que cuida. Disfruta ver el desarrollo de la niñez e incluso les enseña español. Laura vive en Seattle con su esposo, quien trabaja para otro estado en la Marina Mercante y su hijo adolescente de 13 años.
Estoy orgullosa de ser una trabajadora de hogar. Me encantaría ser reconocida para que todo el mundo lo vea.
La señora Kay viene de una larga línea de trabajadoras de hogar y está orgullosa de continuar con este legado. Ella comenzó a trabajar profesionalmente en el campo de cuidado en el hogar cuando se mudó a Georgia, después de ver que muchas personas necesitaban cuidado. Ella se enorgullece de ser madre y abuela.
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