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“Estoy haciendo este trabajo, no por mí misma, sino también para aquellas personas que vienen más adelante, para hacer que el mundo sea más suave; de la misma manera que mis ancestras lo hicieron por mí”.

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La historia de Alicia refleja la resiliencia y dignidad de generaciones de mujeres Negras quienes lucharon por el respeto de su trabajo.

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“Cuando estaba tomando esos retratos, estaba tan agradecida de poder tener mi historia, de liderar mi propio legado.”

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Continuar con el legado de Bolden y de las lavanderas de Atlanta es esencial para Alicia; no solo por ella misma sino por su familia y su comunidad.

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Fotografía por Braylen Dion

Nacida y criada en Atlanta, Georgia, Alicia Cleveland lleva con orgullo el legado de trabajadoras de hogar que forjó a su familia. A sus 46 años, lleva más de 25 trabajando en el cuidado de niños, 10 de ellos se desempeñó como niñera. Su historia refleja la resiliencia y dignidad de generaciones de mujeres Negras quienes lucharon por el respeto de su trabajo.
Su historia refleja la resiliencia y dignidad de generaciones de mujeres Negras quienes lucharon por el respeto de su trabajo.
Como la nieta más vieja, Alicia creció cuidando a sus hermanos y primos más jóvenes, lo cual naturalmente la llevó hacia una carrera en el cuidado infantil. “Todo esto estaba a mi alrededor”, dice. “Esto en lo que yo iba a ser buena”. A pesar de su amor por el trabajo, Alicia se enfrentaba a dificultades: trato injusto, trabajo sin contrato y recibiendo salarios bajos. Unirse al Capítulo de Georgia de Soñamos en Negro (WeDiB, por sus siglas en inglés) de La Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar (La Alianza) fue un punto de inflexión. “Llevaba mucho tiempo haciendo este trabajo, pero nunca supe que tenía derechos”, reflexiona ella. El apoyo comunitario la empoderó para abogar por sí misma y por otras personas.
La conexión de Alicia con su bisabuela, quien trabajó como trabajadora de hogar en Georgia, es central para su historia. A pesar de que mucho ha cambiado, Alicia ve que todavía existen muchos retos. “Esto me pone triste”, dice ella, “pero también me hace seguir adelante con energía para las personas que vendrán en el futuro al trabajo de hogar”.
“Cuando estaba tomando esos retratos, estaba tan agradecida de poder tener mi historia, de liderar mi propio legado.”
En los retratos en los que participó Alicia, ella y su familia tienen agarrada una foto de su abuela y su bisabuela, honrando su legado. Junto con Alicia en el retrato están su madre y su tía, ambas tienen raíces en el trabajo de hogar. Su tía trabajó junto con Alicia a principios de su carrera, y su madre cuidó a los niños del vecindario y limpiaba casas, a pesar de que el “trabajo de hogar” no estaba reconocido como trabajo formal en aquel momento. Juntas, representan la fortaleza y resiliencia que fue heredada a ellas por generaciones.
Aprender acerca de Dorothy Bolden, una trabajadora de hogar y organizadora de los Derechos Civiles, tuvo un impacto profundo en el trabajo de Alicia en la comunidad. “Lo que Dorothy Bolden representaba, y lo que ella hizo, cambió la manera en que hago trabajo comunitario”, comparte Alicia. Ella enfatizó la importancia de ayudar a las personas en el punto donde están e involucrarles para participar en la vida cívica.  Continuar con el legado de Bolden y de las lavanderas de Atlanta es esencial para Alicia; no solo por ella misma sino por su familia y su comunidad.
Continuar con el legado de Bolden y de las lavanderas de Atlanta es esencial para Alicia; no solo por ella misma sino por su familia y su comunidad.
Este legado es especialmente significativo cuando Alicia piensa en sus tres hijos: Jasmine (21), Jordan (18), y Jaida (15). Jasmine, su hija mayor, comparte su amor por los niños y ha mostrado interés por el cuidado infantil. Alicia la anima, pero también le enseña la importancia de defender un trato justo, algo que Alicia aprendió más tarde en la vida. “Quiero estimularla de que lo que ella quiere hacer es algo que se merece”, dice.
Alicia también se asegura de que Jaida esté involucrada, enseñándole sobre la defensoría para que ella esté equipada con el conocimiento para el futuro. “Quiero armarla con todo lo que necesita saber para que ella sea tratada de manera justa; para que ella no vaya a la ciega como hice yo”.
Para Alicia, el retrato es un recordatorio poderoso de la trayectoria de su familia. “Cuando estaba tomando esos retratos, estaba tan agradecida de poder tener mi historia, de liderar mi propio legado”, reflexiona ella. “Estoy haciendo este trabajo, no por mí misma, sino también para aquellas personas que vienen más adelante, para hacer que el mundo sea más suave; de la misma manera que mis ancestras lo hicieron por mí”. A medida que sus hijos son testigos de su trayectoria, ellos también, se vuelven parte del legado orgulloso de fortaleza y dignidad que ella continúa llevando hacia adelante.
“Estoy haciendo este trabajo, no por mí misma, sino también para aquellas personas que vienen más adelante, para hacer que el mundo sea más suave; de la misma manera que mis ancestras lo hicieron por mí.”