Muzet, y su madre Brenda, comparten un legado de cuidado que lleva varias generaciones, arraigado en su crianza en Virginia. Originarias de Staunton, Virginia, ambas mujeres ahora residen en Charlotte, Carolina del Norte, en donde continúan reflexionando en su trayectoria compartida como trabajadoras de hogar: aunque solo recientemente se identificaron con el término.
Muzet, y su madre Brenda, comparten un legado de cuidado que lleva varias generaciones.
Brenda, quien ahora tiene 71 años, comenzó en el trabajo del cuidado en la década de 1970 después de asistir a un programa que la capacitó para cuidar de las personas en sus hogares. Lo que comenzó como una clase se convirtió en una carrera de largo plazo, con Brenda trabajando entre el cuidado en el hogar y centros de cuidados de personas mayores por varias décadas. Reflexionando sobre el comienzo de su trayectoria, ella admite, “Yo ni siquiera sabía lo que el trabajo de hogar significaba hasta que mi hija se involucró con Soñamos en Negro”. La madre de Brenda también era una trabajadora de hogar, cuidaba hogares, niños, e incluso mascotas, aunque no siempre se veía formalmente como “trabajo de hogar”.
Muzet, que ahora tiene 52 años, siguió los pasos de su madre en el trabajo del cuidado, aunque su camino empezó de forma diferente. Siempre le gustaron los niños y había pensado dedicarse al desarrollo de la primera infancia, pero tomó otro camino antes de encontrarse trabajando en el cuidado de niños hace nueve años. Descubrió su interés por el cuidado infantil cuando cuidaba de su sobrina y su sobrino. A pesar de que ella no tiene hijos propios, dice: “Ellos son mis bebés”, especialmente después de la pérdida de su hermano, quien es su padre. Mientras trabajaba como asistente administrativa en centros de cuidado infantil, se sintió atraída de manera natural a la profesión, descubriendo que su legado familiar estaba más profundamente ligado al trabajo de hogar de lo que ella se había dado cuenta.
Muzet se sintió atraída de manera natural a la profesión, descubriendo que su legado familiar estaba más profundamente ligado al trabajo de hogar de lo que ella se había dado cuenta.
Cuando Muzet se enteró por primera vez acerca de Soñamos en Negro (WeDiB) y su trabajo organizativo con las trabajadoras de hogar, fue una experiencia reveladora. “No me había dado cuenta de que todas estábamos consideradas como trabajadoras de hogar”, recuerda ella. Desde que se unió en 2018, Muzet se ha convertido en una defensora para las trabajadoras de hogar, creando conciencia y educando a los demás cerca del valor de la profesión. Brenda también se involucró, uniéndose oficialmente en 2019, justo antes de la pandemia.
Su retrato juntas fue un momento poderoso para ambas mujeres, lleno de emoción. Brenda sostiene una foto de su madre en el retrato, un conmovedor recordatorio del legado del cuidado transmitido de generación en generación. “Estaba pensando acerca de todas las cosas por las que pasó mi mamá como trabajadora de hogar, luego llegar a casa para cuidar a sus propios cinco hijos”, reflexiona Brenda. La experiencia le trajo un profundo sentido de orgullo y conexión con su pasado. “Sentí su presencia profundamente”.
Para Muzet, el retrato le dio la oportunidad de darse cuenta sobre su papel en esta larga línea de trabajadoras de hogar. “Yo estaba orgullosa. No me había dado cuenta de que todas éramos parte de este legado.”
Para Muzet, el retrato le dio la oportunidad de darse cuenta sobre su papel en esta larga línea de trabajadoras de hogar. “Yo estaba orgullosa. No me había dado cuenta de que todas éramos parte de este legado”, dijo ella. Aprender acerca de las trabajadoras de hogar como Dorothy Bolden, quien realizó trabajo organizativo durante el movimiento de los Derechos Civiles, profundizó mucho más allá su comprensión del trabajo. “Estaba orgullosa de lo que ella hizo por todo el mundo. Su determinación y capacidad de poder defender nuestros derechos sin vacilar, me inspira”.
Brenda y Muzet se han comprometido a dejar un legado de protección y defensa para las futuras generaciones de trabajadoras de hogar. Brenda, reflexionando sobre las luchas de su madre y sus propias experiencias durante la época de los Derechos Civiles, subraya la importancia de garantizar que las trabajadoras de hogar sean valoradas y protegidas. “Estamos dejando un legado, asegurando que las trabajadoras de hogar estén protegidas por generaciones”, dijo ella.
Muzet se siente orgullosa de reclamar el término ‘trabajadora de hogar’ y de educar a otras personas acerca de su significado.
Para Muzet, la trayectoria ha sido transformadora. “He aprendido tanto, incluyendo cómo abogar por más respeto en esta profesión”, explica ella. Ella siente un sentido de orgullo en reclamar el término ‘trabajadora de hogar’ y educar a los demás acerca de su significado. Cuando ella organiza campañas telefónicas, con frecuencia nota que las personas no se dan cuenta de que ellas mismas son trabajadoras de hogar. “Estamos reclamando el término y la narrativa”.
Su legado no se termina con ellas. La sobrina, el sobrino y el sobrino nieto de Muzet, y los nietos y el bisnieto de Brenda, han crecido conscientes de su trabajo, y esperan que la próxima generación siga luchando por la justicia. “Mi sobrina quiere ser jueza, y ella está interesada en la justicia. Estamos arraigadas en la lucha”, dijo Muzet, orgullosa de las semillas de cambio que ella ha sembrado.
Cuando Muzet organiza campañas telefónicas, con frecuencia nota que las personas no se dan cuenta de que ellas mismas son trabajadoras de hogar. “Estamos reclamando el término y la narrativa”.
Juntas, Brenda y Muzet son parte de un movimiento más amplio, conectado a una comunidad de trabajadoras de hogar luchando por un mejor futuro. “Estamos en esto juntas”, dice Brenda. “Ha sido hermoso conocer a tanta gente que está en la misma lucha, trabajando para que todo sea mejor para nosotras y para nuestras futuras generaciones”.