El domingo 14 de julio de 2024, Ayanna Smith hizo su transición al ámbito ancestral, dejando atrás un legado que continuará inspirando por generaciones por venir. El fallecimiento de Ayanna en la misma fecha que Dorothy Bolden, compañera pionera de los derechos de las trabajadoras de hogar, se siente divinamente conectado, un símbolo del inmenso impacto que tuvo durante su vida. El nombre de Ayanna, que significa “flor hermosa”, habla de la belleza que ella trajo a este mundo, no solo a través de su trabajo pero a través de su amor por su comunidad, su familia, y su arte.
La dedicación de Ayanna para honrar a aquellas personas que crearon el camino antes que ella, mientras siembra las semillas para el futuro, fue central para su trabajo.
Nacida y criada en Atlanta, Georgia, Ayanna fue una madre entregada a sus cinco hijos, una hija adorada, una hermana amada, y una artista talentosa. Fue una organizadora líder con el Capítulo de Georgia de Soñamos en Negro, una parte vital de La Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar (La Alianza). A través de su trabajo, Ayanna se convirtió en un pilar para el trabajo organizativo cultural y el fortalecimiento de la comunidad, combinando sus talentos artísticos con una pasión profunda por la justicia y la sanación.
Sus contribuciones a Soñamos en Negro son amplias e impactantes. Ayanna fue la visionaria y creadora de momentos culturales clave, como las actividades de Acción de Gracias con Amigos y la Semana del Espíritu del Capítulo de Georgia. Su influencia se extendió más allá de la organización de eventos; fue quien concibió la idea tras los murales de Atlanta en honor a Dorothy Bolden y a las trabajadoras de hogar, garantizando que sus historias fueran visibles y celebradas. La dedicación de Ayanna para honrar a aquellas personas que crearon el camino antes que ella, mientras siembra las semillas para el futuro, fue central para su trabajo.
El arte y activismo de Ayanna estuvieron entrelazados, reflejando su creencia en la justicia sanadora. Se dedicó a crear altares comunitarios, espacios de bienestar, e iniciativas que fomentaron la fortaleza y la resiliencia entre las mujeres y familias Negras. A través de estos espacios, trajo sanación y conexión, empoderando a otros para recuperar su fuerza y aferrarse a la esperanza. Su arte no se limitaba a los medios visuales: Ayanna cultivaba espacios donde la comunidad, el cuidado y la justicia se entrelazaban, utilizando su creatividad para lograr un cambio transformador.
Sus hijos, su familia, y comunidad extendida la recordarán como la personificación del amor, el cuidado, y la defensoría.
Sus hijos, su familia, y comunidad extendida la recordarán como la personificación del amor, el cuidado, y la defensoría. El trabajo de Ayanna era profundamente personal, arraigado en su compromiso para expandir los derechos y capacidades de las mujeres Negras, sus familias, y las comunidades en las que viven. Ella usó sus talentos para elevar a otras, ya sea mediante la organización de murales o la construcción de espacios para que las mujeres encuentren consuelo y sanación. Su hermosa sonrisa, espíritu generoso, y su dedicación inquebrantable a la justicia permanecerá en los corazones de aquellas personas que la conocieron y la amaron.
Su hermosa sonrisa, espíritu generoso, y su dedicación inquebrantable a la justicia permanecerá en los corazones de aquellas personas que la conocieron y la amaron.
El legado de Ayanna dentro de La Alianza y Soñamos en Negro no se puede sobreestimar. Ella fue una miembra adorada del Capítulo de Georgia, profundamente admirada por sus colegas organizadoras, trabajadoras de hogar, y personal de alrededor del país. Su visión y energía ayudaron a darle forma a la cultura de Soñamos en Negro, dejando una marca imborrable en las personas con las que trabajó. Las contribuciones de Ayanna al movimiento por los derechos de las trabajadoras de hogar y su papel para fomentar la resiliencia comunitaria a través del arte y los espacios sanadores continuará inspirando a generaciones futuras tanto de organizadores como de artistas.
El 14 de julio, perdimos una voz poderosa, una líder compasiva, y una artista brillante, pero el espíritu de Ayanna sigue presente en cada mural, en cada espacio de bienestar, y en cada altar comunitario que ella ayudó a crear. Su trabajo continuará esparciéndose a través del movimiento que ella amó tanto, asegurándose de que su lucha por la justicia y la sanación continúe viva.
En conmemoración de Ayanna Smith, con amor. Una constructora comunitaria, una artista, una madre, y una Madre Ancestral del Movimiento. Que su espíritu siga guiándonos en la labor a la que le dedicó su vida.
Su trabajo continuará esparciéndose a través del movimiento que ella amó tanto, asegurándose de que su lucha por la justicia y la sanación continúe viva.
